Destino
Viajes a Uzbekistan
Explorar Uzbekistán en un viaje a medida es sumergirse en la encrucijada de la historia de la Ruta de la Seda y la belleza cautivadora de Asia Central. Desde las majestuosas madrasas en Samarcanda hasta las antiguas ciudades de Khiva y Bukhara, Uzbekistán despliega un tapiz cultural y arquitectónico que te transporta a través de los siglos.
Comienza tu travesía en Samarcanda, una ciudad que ha sido un epicentro de la civilización durante miles de años. Descubre la Registán, una plaza impresionante rodeada de madrasas y mezquitas decoradas con intrincados azulejos turquesa y dorados. Sumérgete en la grandeza de la arquitectura islámica en Bibi-Khanym, una mezquita que cuenta historias de conquistas y amor.
Dirígete a Bukhara, un museo al aire libre con sus calles estrechas y mezquitas bien conservadas. Explora el complejo de Lyab-i-Hauz y la ciudadela de Ark, donde la historia de antiguos gobernantes y conquistadores cobra vida. Deambula por el mercado de Bukhara, donde el bullicio y los colores te envuelven en la autenticidad de la vida cotidiana.
Continúa hacia Khiva, una ciudad-museo que te transporta al pasado con sus murallas de adobe y su mezquita Juma, adornada con pilares de madera tallada. Explora el complejo de Ichon-Qala, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde cada rincón cuenta la historia de civilizaciones que dejaron su huella.
Sumérgete en la naturaleza en el lago Aidarkul, un oasis tranquilo en medio del desierto, donde puedes relajarte y disfrutar de la serenidad de los paisajes. Conoce a los nómadas de las yurtas en el valle de Nuratau-Kyzylkum, donde la hospitalidad uzbeka brilla con fuerza.
En resumen, un viaje a medida por Uzbekistán te lleva a través de un tapiz cultural donde la arquitectura, la historia y la hospitalidad se entrelazan. Descubre las ciudades que una vez fueron paradas cruciales en la Ruta de la Seda, explora paisajes únicos y sumérgete en la autenticidad de Uzbekistán. Prepárate para una experiencia que despierta los sentidos y deja una impresión duradera en tu corazón. ¡Bienvenido a la joya de Asia Central!
Lugares de Interés
Información Práctica

Tashkent
Aunque suele ser solo una puerta de entrada, Tashkent merece ser explorada. La capital combina rascacielos, parques, arquitectura soviética y monumentos históricos. Su bazar Chorsu es uno de los más animados del país, y el complejo Khasti Imam guarda el legendario Corán de Osman, considerado uno de los manuscritos más antiguos del islam. Tashkent es moderna, dinámica y sorprendente.

Bujará
Con más de 2.000 monumentos históricos, Bujará es una ciudad sagrada del islam y una joya bien conservada de Asia Central. Destacan el complejo Poi-Kalon, con su impresionante minarete del siglo XII, y la Ciudadela Ark, antigua residencia de los emires. Su red de mercados cubiertos, madrazas y mezquitas refleja siglos de vida comercial y espiritual. Pasear por Bujará es viajar en el tiempo, en un entorno que ha mantenido su autenticidad a lo largo de los siglos.

Khiva
Ubicada en el desierto Kizil-Kum, Khiva es una ciudad-oasis amurallada que parece salida de un cuento oriental. Su casco antiguo, Ichan Qala, es Patrimonio de la Humanidad y conserva minaretes, madrazas, caravasares y palacios en excelente estado. Destacan el minarete Kalta Minor, la mezquita Juma con sus columnas de madera y el palacio Tash Hovli, antiguo harem de los kanes. Khiva deslumbra por su arquitectura de adobe y su armonía cromática, atrapando al viajero en un ambiente mágico y atemporal.

Samarcanda
Considerada una de las ciudades más antiguas del mundo, Samarcanda fue capital del imperio de Tamerlán y un núcleo clave de la Ruta de la Seda. Su icono es la Plaza Registán, rodeada de madrazas majestuosas que brillan con azulejos turquesas y dorados. Otros lugares destacados son la mezquita Bibi-Khanum, el mausoleo de Tamerlán (Gur-e Amir) y el conjunto funerario Shakhi-Zinda, conocido como la “callejón de los mausoleos”. Samarcanda es un museo al aire libre, donde cada rincón cuenta una historia milenaria.

Lago Aydarkul y desierto de Nurata
Entre Samarcanda y Bujará se extiende el lago Aydarkul, un espejo de agua en medio del desierto, ideal para el descanso y el contacto con la naturaleza. Aquí se puede disfrutar de un baño, un picnic y una experiencia única: pasar la noche en un campamento tradicional de yurtas kazajas. Esta zona permite vivir de cerca la cultura nómada y observar cielos estrellados lejos de cualquier ciudad, en un entorno puro y silencioso.

Mar de Aral y Moynaq
El Mar de Aral, una de las mayores catástrofes medioambientales del siglo XX, ofrece un paisaje sobrecogedor y lleno de reflexión. Lo que antaño fue uno de los mayores lagos del mundo es hoy un vasto desierto salino. La ciudad de Moynaq, que solía ser un puerto pesquero, conserva un cementerio de barcos varados, testimonio mudo del retroceso del agua. Visitar esta región es entender la relación entre el hombre y la naturaleza, y adentrarse en un territorio remoto y poco explorado.

Desierto Kizil-Kum
El desierto Kizil-Kum, que significa “arena roja”, cubre una vasta región entre los ríos Amu Daria y Sir Daria. Este paisaje árido y silencioso fue recorrido durante siglos por caravanas de la Ruta de la Seda. Además de la experiencia de dormir en yurtas tradicionales, se pueden explorar las fortalezas de la antigua Corasmia, como Ayaz-Kala y Toprak-Kala, impresionantes ruinas que emergen solitarias en medio del desierto. Estas construcciones defensivas, con más de 2.000 años de historia, permiten conectar con el pasado remoto de Asia Central y disfrutar de panorámicas únicas sobre el horizonte infinito del Kizil-Kum

Montañas de Nurata y valle de Ferganá
Las montañas de Nurata ofrecen un entorno natural ideal para el senderismo y el contacto con comunidades rurales. En esta zona también se encuentra el valle de Ferganá, conocido por su fertilidad y sus tradiciones artesanas. Aquí se producen algunos de los mejores tejidos y cerámicas del país. Es un destino que muestra la cara más verde y cultural de Uzbekistán, lejos de los circuitos más turísticos.

Mejor época para viajar a Uzbeksitan
Uzbekistán es un destino fascinante que se puede disfrutar en distintas épocas del año, cada una con su encanto particular. La primavera (abril a junio) es ideal para explorar ciudades históricas como Samarcanda y Bujará con temperaturas agradables y paisajes floridos. En verano (julio y agosto), el calor es intenso, especialmente en zonas desérticas, aunque es una buena temporada para quienes buscan rutas menos concurridas. El otoño (septiembre a noviembre) es la mejor época para viajar: días soleados, noches frescas y mercados llenos de frutas y colores. En invierno (diciembre a febrero), el clima es frío pero seco, perfecto para los viajeros que prefieren recorrer monumentos sin multitudes. Sea cual sea el momento, Uzbekistán ofrece cultura, historia y hospitalidad durante todo el año.
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